El decálogo de Enrique Peña Nieto- el décimo que lanza en 35 meses; los nueve anteriores continúan siendo palabras sin sentido- acerca de la posibilidad de despenalizar el uso de la mariguana, tiene objetivos limitados: aumentar la posesión de 5 a 28 gramos por individuo y que la cannabis pueda utilizarse medicamente. Nada más. Por lo tanto, es una propuesta corta, limitada, incluso tramposa. Por eso analista aseguraron que la Asamblea de la ONU en relación a las drogas, fracasó.
¿Si usted quiere adquirir su guato para darse sus toques qué hará? Ir con su dealer preferido, el cual la comprará de alguien que se la venda ilegalmente, quien la adquirirá de un chavo que la produce en las mismas condiciones, fuera de la ley. Por lo tanto, la cadena delincuencial seguirá, pero se intensificará ya se podrá consumir en mayor cantidad. Aunque no crea que si un policía lo detiene con 20 gramos, por ejemplo, el oficial lo perdonará y evitará que lo trasladen a la delegación, ya que puede alegar que usted es traficante.
Por lo tanto, Peña Nieto se hace tonto y no quiere aceptar algo que dijo en Nueva York: la lucha contra las drogas fue errónea y debemos pasar a otro terreno, en donde los que estén desesperados por darse un toque lo puedan hacer sin mayor problema. Máxime si sabemos que la ley en nuestro país es letra muerta.
Por otro lado, el súper veterano legislador y frenador de cambios reales en el país, Emilio Gamboa Patrón, sentenció: “La ley 3 de 3 es una cacería de brujas”. Esta es la posición del ocupante de Los Pinos- ya que Gamboa es su escudero-, lo que demuestra el miedo que le tienen a combatir la corrupción y frenar la impunidad.
Mariguana y anticorrupción se discutieron largamente, incluso entre y con legisladores, el resultado fue que únicamente vimos humo y no claridad.
¿Hasta cuándo?
@jamelendez44