Un elemento de la Comisaría General de Proximidad y Seguridad Ciudadana de Tlalnepantla evitó una tragedia al salvar la vida de un joven de aproximadamente 20 años que intentó arrojarse desde un puente peatonal en la colonia San Rafael.
“Cuando pudimos pasarlo del otro lado de la reja nos manoteaba, nos insultaba y gritaba que ya no quería vivir, que lo dejáramos intentarlo de nuevo. Lo pudimos controlar y le hicimos ver que él era importante para su familia, amigos e inclusive para nosotros”, relató el uniformado adscrito al área de Atención a Víctimas del Delito.
De acuerdo con el oficial, el joven —originario de Cuautitlán Izcalli— había llegado a Tlalnepantla en busca de empleo, pero no lo contrataban debido a su discapacidad en el habla y ataques de ansiedad, situación que lo llevó al límite emocional.
Tras ser rescatado, rechazó atención psicológica, aunque accedió a ser acompañado hasta su domicilio. En el trayecto temía ser reprendido por su familia, pero al reencontrarse con su madre y hermanos rompió en sonrisa y alivio, en una escena que conmovió a los rescatistas.
“Ellos solo sabían que había salido a buscar trabajo. Agradecida, su madre se comprometió a solicitar ayuda psicológica para su hijo”, añadió el oficial.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 100 personas en el mundo pierde la vida por suicidio cada año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. En México, el INEGI registró 8,856 casos durante 2024, con una tasa nacional de 6.8 por cada 100 mil habitantes, mientras que el Estado de México alcanzó 8.1, superando la media nacional.
Este hecho refleja la importancia de reforzar la atención en salud mental y la capacitación en contención emocional para cuerpos de seguridad, quienes cada día enfrentan emergencias humanas que requieren empatía y profesionalismo.