El 99% de la población respira aire contaminado y estamos cerrando las ventanas de oportunidad para actuar: Telma Gloria Castro Romero

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“El 99 por ciento de la población mundial vive en lugares donde la calidad del aire supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Cada emisión, desde el smog urbano hasta el humo de los hogares, representa un riesgo para la salud y para el clima global”, advirtió la investigadora Telma Gloria Castro Romero, del Grupo de Aerosoles Atmosféricos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.

Durante su participación en el foro “Estado actual y futuro de la investigación sobre contaminación atmosférica”, la especialista subrayó que la mala calidad del aire y el cambio climático están estrechamente vinculados debido a la quema de combustibles fósiles, fuente principal de contaminantes y gases de efecto invernadero.

Castro Romero explicó que es crucial identificar el origen de las emisiones y su transformación química en la atmósfera, pues esto permite comprender cómo evolucionan los contaminantes que afectan tanto al clima como a la salud humana.

Según datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, el dióxido de carbono (CO₂) —principal gas de efecto invernadero— aumentó de 422.99 partes por millón (ppm) en agosto de 2024 a 425.48 ppm en agosto de 2025, reflejando un incremento constante en la concentración global.

En el mismo foro, Elizabeth Vega Rangel, investigadora del Departamento de Ciencias Ambientales del ICAyCC, presentó un estudio sobre contaminación en interiores durante la pandemia de COVID-19. En 72% de las viviendas analizadas, las concentraciones de partículas PM2.5 fueron más altas dentro de los hogares que en el exterior, especialmente en aquellos con fumadores.

La científica destacó la necesidad de diseñar estrategias de control para reducir la exposición a contaminantes interiores, considerando factores como la cocción, limpieza y ventilación.

Por su parte, Rodolfo Sosa Echeverría, del Grupo de Contaminación Ambiental del ICAyCC, señaló que desde 1986 el instituto ha mantenido monitoreos continuos sobre la calidad del aire, lo que ha permitido documentar problemas persistentes como la lluvia ácida.

Asimismo, Omar Amador Muñoz, del Laboratorio de Especiación Química de Aerosoles Orgánicos, enfatizó la importancia de investigar las partículas no reguladas, ya que aún se desconoce la magnitud de su impacto toxicológico.

Finalmente, Luis Gerardo Ruiz Suárez, del Grupo de Fisicoquímica de la Atmósfera, advirtió que las “ventanas de oportunidad para frenar el cambio climático se están cerrando”, y llamó a la comunidad científica a ser “tejedores de soluciones” con investigaciones útiles y urgentes frente a los fenómenos climáticos globales.