Con el propósito de fomentar el cuidado al medio ambiente, se realizó la tercera jornada del “Reciclatrón CDMX” en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Culhuacán, en la cual se recolectaron 24 toneladas de basura electrónica, cantidad que superó a la que se registró en 2015: ocho mil 624 kilogramos.
Como parte de los esfuerzos que realiza el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, también se recolectaron 700 kilos de pilas; acudieron 586 personas y 27 empresas.
El acelerado avance tecnológico contribuye a incrementar los desechos electrónicos, por lo que es indispensable que la sociedad realice una separación adecuada de estos residuos y evitar que los materiales tóxicos (mercurio, cromo, plomo, arsénico) contaminen y provoquen daños a la salud.
Cabe destacar que uno de los principios formativos que impulsa el IPN, es mejorar los hábitos de consumo en la separación y valorización de los residuos generados en las actividades cotidianas.
Durante la jornada de acopio, los residuos se clasificaron en cuatro categorías: la “A” corresponde a equipo obsoleto o en desuso como: teclados, impresoras, faxes, reproductores de MP3, mini consolas, cámaras fotográficas y de video, escáner, minicomponentes, radiograbadoras, mouses, teléfonos, proyectores, radios, multiplexores, amplificadores, secadoras de pelo, PDA, no-breakes, bocinas, ecualizadores, aspiradoras, cafeteras, licuadoras, lavaplatos y secadoras de pelo.
En la categoría “B”, se recibieron: CPU, mini laptops, discos duros, tarjetas de computadoras; en el rubro “C” fueron celulares y pilas, mientras que en la “D” se entregaron cargadores, cables mixtos y motores.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sólo 10 por ciento de residuos electrónicos generados en el país se recicla de manera formal, 50 se destina a estaciones de transferencia, rellenos sanitarios o tiraderos no controlados, mientras que el 40 restante permanece almacenado en hogares o bodegas.
Los residuos se trasladaron temporalmente a la empresa Recupera en la capital del país, para posteriormente enviarlos a la empresa Cali Resources, ubicada en Tijuana, Baja California, para su reciclaje.