Expertos y académicos abordaron las problemáticas de las urbes, al participar en el Tercer Coloquio Internacional “Las paradojas de la megalópolis. Gobernar la incertidumbre”, que tiene el propósito de recoger propuestas para solucionar las dificultades que enfrentan.
Algunos de los principales problemas que enfrentan se relacionan con medio ambiente, crecimiento poblacional, gobernabilidad y territorio, indicó el secretario de Servicios Parlamentarios, Juan Carlos Delgadillo Salas, al inaugurar el evento, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados.
El funcionario sostuvo que este encuentro también pretende “generar herramientas que sirvan a los legisladores en el diseño de leyes en la materia”.
Dijo que en la solución de los fenómenos que afectan a la Ciudad de México habrá que considerar su nuevo régimen jurídico interior, que le da una nueva forma de ver, entender y enfrentar los retos que tiene en el futuro.
Sergio Miranda Pacheco, del Instituto de Investigaciones Históricas, de la UNAM, afirmó que fenómenos como la desecación de los lagos y ríos aledaños al Valle de México “modificaron el medio ambiente y el clima en esa zona”.
Para 2030 la Zona Metropolitana de la Ciudad de México será una de las cinco regiones del país con menor disponibilidad de agua, lo que podría aumentar el número de habitantes que no dispone de agua entubada, y que hoy rebasa el millón de personas.
Netzahualcóyotl Vázquez Vargas, investigador del Cesop, dijo que esa región enfrenta problemas y desafíos representados, “por ejemplo, con la presencia de 11 contingencias ambientales en 2016 o el derribo, en los últimos cinco años, de 20 mil árboles en la capital del país”.
Manuel Suárez Lastra, del Instituto de Geografía de la UNAM, dijo que en esta Zona Metropolitana radican 39 millones de habitantes y mencionó su efecto en la contaminación, además del hecho de que “el crecimiento demográfico agudiza fenómenos como la destrucción ecológica, incluyendo la pérdida de zonas boscosas”.
Felipe de Alba Murrieta, investigador del Cesop, hizo la introducción del coloquio y señaló que el concepto de incertidumbre tiene una dimensión especial en la condición urbana contemporánea.
“En este coloquio buscamos que se recupere esta preocupación de la incertidumbre, que desde hace muchos años está en el centro de las interrogaciones académicas para planear, construir y gobernar mejor las mega-ciudades”, comentó Alba Murrieta.
Los trabajos del tercer coloquio, al que asistió el diputado Juan Romero Tenorio (Morena), secretario de la Comisión de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, continuarán mañana jueves.
En el primer día se llevan a cabo cuatro mesas:
La primera se titula “Volver al pasado para resignificar futuros”, con la participación de investigadores y académicos de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), así como del Instituto Mora y del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas).
La segunda mesa: “Megalópolis transfronterizas”, con la intervención de investigadores del Colegio de la Frontera Norte; del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de Hermosillo, Sonora, y de la organización RECFrontera.
En la tercera mesa: “La geopolítica megalopolitana”, intervienen investigadores de la UNAM, del Centro GEO del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt); del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM y de la Universidad del Estado de Arizona, Estados Unidos.
En la cuarta mesa: “Los futuros inciertos del medio ambiente”, participan especialistas del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM; del Centro GEO-Conacyt y del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).
Asimismo, se realizarán diversas conferencias, entre ellas las que impartirá Filip de Boeck, del Instituto para la Investigación Antropológica en África, de la Universidad de Leuven, Bélgica, y la que dictará la académica Ute Lehrer, de la Universidad York, de Canadá.