El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática votó en contra del Dictamen de Ley de Ingresos 2021 enviado por el Senado de la República con “correcciones” a la Cámara de Diputados, y fustigó el hecho de que la colegisladora no hubiese “enmendado la plana a las y los representantes de Morena y sus aliados, pues avaló el mandato para que el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) reintegre a la Tesorería de la Federación, 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud (o de enfermedades catastróficas), creado para apoyar a gente de escasos recursos con padecimientos complejos costosos que requieren atención médica de alta complejidad.
Con la representación del Grupo Parlamentario del PRD, Antonio Ortega Martínez censuró el hecho de que no haya existido en este recinto, “la menor disposición al diálogo, a la concertación, a la inclusión, ni la conciliación de intereses y visiones propias de la pluralidad de una sociedad democrática, y se insista en quitar al INSABI, recursos vitales para orientarlos a un destino incierto puesto que el Senado dejó sin especificar nuevamente, en que serán empleados esos fondos. Dijo que aun cuando se argumentó que “son para enfrentar la pandemia del COVID-19”, no se aceptó que ese dinero permanezca entonces en el propio Instituto de Salud.
“No hay espacio al reconocimiento de los errores cometidos ni disposición a corregirlos a pesar de las evidencias y de la terca realidad”, reprochó.
“El caos en las finanzas públicas se agudizará, la economía nacional difícilmente saldrá de la recesión crónica que padecemos desde el inicio de la presente administración. No saben; pero no se dejan ayudar, la soberbia es mala compañía. Abordar los grandes problemas nacionales con fijaciones ideológicas anacrónicas, no llevará a buen puerto a los mexicanos”, advirtió.
En este marco, Ortega Martínez abrió paso para señalar que el GPPRD avala las minutas de Ley Federal de Derechos y la Miscelánea Fiscal también devueltas con cambios desde el Senado, “porque incorporan propuestas presentadas por esta fracción parlamentaria durante la discusión de los dictámenes respectivos”. Y aprovechó la oportunidad para hacer un reconocimiento a dicha cámara porque se atrevió a realizar modificaciones “aunque mínimas”, al paquete enviado hace dos semanas desde San Lázaro y que avalaban caprichos instruidos desde Palacio Nacional.
“Reprobamos la política depredadora de fondos, y fideicomisos públicos, así como la desaforada venta del patrimonio y de los bienes de la nación, como forma de suplir las deficiencias e ineficacias de la política tributaria. Debemos decirlo claro y fuerte: La política tributaria de la actual administración (y que esta soberanía está validando) es recaudadora, irresponsable y no atiende la crisis económica, ni la crisis sanitaria en curso”, enfatizó el perredista.
El Secretario de la Comisión de Hacienda alertó que “esta política tributaria (impulsada desde el gobierno Federal con el respaldo de la mayoría de Morena y sus aliados) es irresponsable porque no garantiza la armonía, el equilibrio y el balance de la relación ingreso-gasto, y por ello perpetúa las deficiencias en la prestación de los servicios públicos de los ciudadanos a los que está obligado el Estado mexicano”.
“Son ilusorios los ingresos; somos testigos de una política tributaria basada en el terrorismo fiscal que golpeará el crecimiento económico y minará la confianza en las instituciones”, precisó.
Además, dijo, “esta política tributaria vulnera los derechos de los contribuyentes y conformará un círculo vicioso que terminará por debilitar aún más los ingresos. Una política tributaria sustentada en una política económica que no impulsa ni estimula el desarrollo, el empleo, la inversión, la productividad y la competitividad, no traerá la recuperación ni la reactivación económica”, replicó.
“La irracional política de austericidio y la negativa a usar deuda pública, de manera inteligente -subrayó Antonio Ortega- constriñe el gasto y los ingresos públicos eternizando el ciclo recesivo; y -contrario a lo que se desea- terminará por aumentar la deuda pública y debilitar aún más las finanzas públicas”.
“Nuestro voto es en contra de la Ley de Ingresos en congruencia con el rechazo que hicimos al dictamen de esta misma disposición (presentado el pasado 21 de octubre), y de la reforma a la Ley General de Salud (28 de octubre) que despojó al INSABI de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar, destinados a gastos catastróficos que requieren miles de familias que no recibían un tratamiento oportuno por carecer de recursos y no contar con los servicios del IMSS e ISSSTE, o que después de estas desgracias, además se empobrecían”, remató.
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