Con el objetivo de reducir el riesgo de sufrir deshidratación ante el intenso calor que se ha registrado en las últimas semanas, la Secretaría de Salud del Estado de México sugiere ponderar el consumo de agua natural.
Destaca que la cantidad que cada persona requiere va en función de su peso, talla y edad; no obstante, la sugerencia general es ingerir, en promedio, ocho vasos al día, pues entre los múltiples beneficios que reporta, sobresale el hecho de que ayuda a regular la temperatura del cuerpo.
Asimismo, la dependencia precisa que, además consumir agua, favorece el buen funcionamiento del intestino y los riñones, ayuda a la digestión, el transporte de nutrimentos, a la vez que contribuye a eliminar sustancias tóxicas a través de la orina y las heces.
Por lo que respecta al consumo de café, té o leche, sugiere que éstos deben tomarse sin azúcar o endulzantes artificiales, pero lo fundamental es que la mayor ingesta de líquidos durante el día sea de agua natural, por lo que se debe reducir al mínimo bebidas carbonatas, energizantes y jugos enlatados.
De igual manera, puntualiza que, si bien la ingesta de líquidos en alimentos como sopas o caldos es complementaria, no sustituye el consumo de agua; asimismo, aconseja que durante el embarazo y lactancia es muy importante beber agua suficiente, ya que favorece al desarrollo del bebé y, posteriormente, una exitosa alimentación al seno materno.
Por ello, la Secretaría de Salud mexiquense explica que presentar síntomas como dolor de cabeza, debilidad, fatiga, boca seca y falta de apetito pueden ser indicativo de un cuadro de deshidratación, por lo que enfatizó en la necesidad de consumir el vital líquido con regularidad.
Finalmente, la dependencia comenta que toda la población debe ingerir suficiente agua a lo largo del día, con especial énfasis en menores de cinco años y adultos mayores, pues otros beneficios es que ayuda a la concentración, coordinación y fortalece la resistencia al realizar actividades físicas.