El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, diputado Víctor Manuel Giorgana Jiménez (PRI), sostuvo que “México ha buscado la mejor manera de lidiar con un mandatario estadounidense, quien reiteradamente criminaliza a los connacionales”.
Durante la reunión con Ovais Sarmad, jefe de gabinete de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Migración, y Christopher Gascon, representante en México de este organismo, el legislador apuntó que dentro los niveles de gobierno de Estados Unidos existe una diferencia de criterios respecto al asunto migratorio.
En este sentido, refirió que algunas autoridades locales de las regiones estadounidenses con las que México tiene mayor intercambio comercial y, por ende, altos niveles en el flujo migratorio, han manifestado que hay criterios dispares en la concepción de esta política. “Al menos esto es lo que nos han expresado concejales, alguaciles y hasta congresistas”.
Agregó que la migratoria es una política federal muy puntual para expulsar de Estados Unidos a aquellas personas que han cometido delitos y son considerados un peligro, sin embargo, existen migrantes que no han violentado la ley y cuyos derechos deben ser respetados.
Giorgana Jiménez informó que en un reciente viaje a territorio estadounidense conversó con el congresista por Florida, Darren Soto, quien le comentó que impulsará una reforma migratoria de gran alcance que genere beneficio y permita manejar el tema desde una perspectiva distinta y “no con una posición de solamente expulsar y criminalizar a los migrantes”.
Ovais Sarmad, por su parte, dijo que actualmente existen 240 millones de migrantes, quienes en conjunto generan el 9 por ciento del Producto Interno Bruto a nivel mundial, lo que representa alrededor de 2.3 billones de dólares anuales.
Sostuvo que “el mundo atraviesa una crisis de solidaridad”, por lo que insistió en que “la migración en sí no es un problema a ser solucionado, es una realidad que debe ser administrada”.
Resaltó que la migración es un hecho real del que ningún país se escapa; por ello, los 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas han acordado adoptar la Declaración de Nueva York el 19 de septiembre de 2018, para lograr un sistema que asegure el trato decente y justo de quienes se encuentran en esta condición.
En esta declaración se identifican 24 ejes temáticos que se enfocan en crear un sistema comprensible y seguro que sea impuesto no mediante la fuerza, sino con el entendimiento, dijo el jefe de gabinete de la OIM.
Apuntó que a través de esta declaración se alejarán las ideas falsas, respecto a que los migrantes son terroristas o criminales que roban las oportunidades y el bienestar de los ciudadanos, sino por el contrario, se les vea como agentes que enriquecen y contribuyen a los países receptores.
“Una vez adoptada dicha declaración estaremos un paso más cerca en lograr terminar con el vacío en la legislación internacional referente a la migración, ya que hoy en día no existe un marco jurídico global en tema de migración”.
En su participación, Christopher Gascon manifestó que el tema migratorio debe ser llevado de forma ordenada, digna, segura y humana para garantizar el pleno respeto a los derechos humanos.
Subrayó que México es un país de tránsito y la mayoría que se interna a territorio azteca son centroamericanos; se estima que cerca de 450 mil personas cruzan de la frontera sur hacia al norte, y de ellas el 90 por ciento son de la parte central de América.
Añadió que la OIM ha implementado un programa que atiende el retorno de mexicanos provenientes de los Estados Unidos. Subrayó que el año pasado regresaron más de 219 mil personas, es decir, un promedio de 600 diarias, a quienes se les asegura el regreso a sus comunidades.
De igual manera, dijo se brinda atención a las poblaciones migrantes en temas de protección civil y afirmó que en realidad la dificultad de la migración está en el discurso negativo que han creado las políticas fuera de México; por ello, es necesario redoblar esfuerzos para atender a quienes desean salir de sus países en busca de mejores condiciones.
El reto de México es garantizar a los connacionales que regresan su integración y que contribuyan de nuevo al desarrollo económico. Además, diseñar un programa que maneje los flujos extraordinarios de migrantes y con ello evitar una crisis migratoria.