En un paso decisivo para fortalecer el acceso al agua potable, el gobierno de Cuautitlán Izcalli puso en operación el pozo 264, infraestructura estratégica para el suministro en la zona de las Cofradías y comunidades conectadas al ramal San Miguel. La rápida rehabilitación del pozo, que estuvo fuera de servicio desde marzo, refuerza el compromiso de la administración municipal con la calidad de vida de sus habitantes.
Este pozo, esencial para el sistema hidráulico local, había quedado fuera de operación debido a la falta de mantenimiento en sus equipos, lo que disminuyó considerablemente el abasto en la región. Para atender esta problemática, el Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Operagua) ejecutó una rehabilitación integral en apenas seis semanas.
Los trabajos incluyeron la desinstalación del sistema de bombeo, grabación en video del interior del pozo, cepillado de la tubería ranurada, reinstalación de una bomba sumergible de 100 caballos de fuerza, y reparación del tren de descarga. Posteriormente, se llevó a cabo una prueba de aforo que confirmó la recuperación de un caudal de 30 litros por segundo, equivalente a 2 millones 592 mil litros diarios, suficientes para beneficiar a más de 12 mil 960 residentes de las Cofradías I, II, III y IV, así como de otras zonas integradas al ramal San Miguel.
Esta intervención forma parte de un esfuerzo mayor: el pozo 264 es el segundo en entrar en operación en menos de una semana, junto al pozo 236 en la comunidad de Xhala. Estas acciones fortalecen la red de abasto y reflejan una estrategia activa del gobierno municipal encabezado por el alcalde Daniel Serrano, quien ha reiterado su compromiso con una gestión eficiente de los servicios públicos.
La rehabilitación de esta infraestructura representa no solo una solución inmediata al problema del abasto intermitente, sino un avance tangible hacia una mejor calidad de vida para miles de izcallenses.