De acuerdo con una investigación de la consultora IDC, entre 2020 y 2023 la inversión global directa de las organizaciones en transformación digital aumentará a una tasa interanual del 15.5 por ciento de sus presupuestos anuales.
Esta transformación se ha visto acelerada, producto de la pandemia, para poder cumplir con las demandas del mercado actual y de los propios ciudadanos y consumidores.
Se detalla que las empresas necesitan contar con una infraestructura resiliente, flexible y segura para manejar sus operaciones y transacciones, mientras se ofrece valor y nuevas experiencias a los clientes. Y es ahí donde el uso de la “nube híbrida” juega un papel fundamental para ayudar a las empresas de todas las industrias y tamaños a alcanzar la reinvención de sus negocios, explicó Ana Zamper, vicepresidente IBM IT Infrastructure de América Latina.
La experta dijo que las corporaciones deben trabajar en tres pilares para alcanzar la eficiencia digital. El primero es experiencia digital, que se basa en utilizar la inteligencia artificial basada en la nube en el flujo de trabajo de negocio, como, por ejemplo, en la atención al cliente, detección de fraude, asesoramiento, ventas online, entre otros, esto brindará valor agregado a los clientes, de forma digital y ayudará a llevar la experiencia de la tienda física a la tienda online.
La segunda es la migración de cargas de trabajo de misión crítica. Anteriormente el foco de la nube estaba en las aplicaciones de usuario; por ejemplo, el uso del teléfono inteligente para comprobar el saldo bancario. Pero, estas cargas de trabajo significan solo el 20 por ciento del total de cargas.
En la nueva normalidad, veremos el movimiento del 80 por ciento restante de las cargas a la nube hibrida, en un entorno múltiple. Las cargas de misión crítica en las que confían los clientes para dirigir sus negocios, y que son muy ricas en cifras -datos empresariales- se moverán a la nube híbrida o necesitarán conectarse a la nube de alguna manera. Esto permitirá acelerar nuevos modelos de negocios además de aumentar la productividad”, añadió.
Finalmente se deberán integrar los sistemas tradicionales con los nuevos sistemas. De acuerdo con IDC, en América Latina, la tendencia es que, después de COVID-19, el 59 por ciento de las empresas inviertan en nube híbrida, principalmente para cargas de trabajo de misión crítica, mientras que el 25 por ciento lo hará en la nube privada y el 16 por ciento en la nube pública.
“No todo es publico, no todo es on-premise, porque hay una solución adecuada a cada necesidad de negocio, la nube hibrida tiene 2.5 veces mas valor para las compañías que una estrategia de nube tradicional”, explicó.
La estrategia de nube hibrida, permite innovación a mayor velocidad, entregar una mejor experiencia a los clientes, ingresar en nuevos modelos de negocios y saltar a nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial para obtener mayores insights de los clientes y el negocio.