La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que los operativos coordinados entre dependencias federales han disminuido el robo de combustible, de 81 mil barriles diarios en noviembre de 2018 a un promedio de cinco mil en julio de 2019.
En un comunicado, explicó que la estrategia integral de combate al robo de combustible que implementa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador desde diciembre pasado, ha permitido reducir el robo y ahorrar importantes recursos que ahora se aprovechan de otra manera.
Agregó que “tan solo en el presente año se han neutralizado 8 mil 270 tomas clandestinas en todo el país, 2 mil 707 de ellas en el estado de Hidalgo, en cuyos alrededores se han implementado operativos de vigilancia” para garantizar la seguridad de los pobladores y evitar accidentes por derrame de combustible.
“El Gobierno de México suma todas sus capacidades con el firme compromiso de salvaguardar la vida y garantizar la paz de las y los mexicanos”, puntualizó.
La Secretaría de Seguridad detalló que entre las dependencias que participan en los operativos contra el llamado “huachicoleo” están la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Marina, Petróleos Mexicanos (Pemex), la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y Policía Federal.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, explicó que se está combatiendo a todas las organizaciones criminales, particularmente la del cártel de Santa Rosa de Lima.
Recordó que el combate al robo de combustibles es una prioridad porque “hay un daño al patrimonio del estado por el orden de los 80 mil millones de pesos anuales”, y que “es imprescindible combatir a las organizaciones criminales en su fortaleza financiera antes que en su capacidad operativa”.
Durazo reconoció que es imposible ser exitosos en el combate a la criminalidad luchando solo contra su capacidad operativa. “Tienes que combatir imprescindiblemente su capacidad financiera, que es lo que le da capacidad para operar y capacidad para corromper”, expresó.
En su opinión, “tenemos que ver a las organizaciones criminales como entidades económicas y combatirlas en su fortaleza económica, que es lo que le da capacidad para corromper, generar violencia y salir impune en toda su actividad criminal”.