Rusia anunció este martes que las negociaciones en Moscú entre los dos jefes rivales de Libia lograron una prórroga “indefinida” de la tregua, a pesar del rechazo del mariscal Haftar de firmar por el momento un acuerdo formal.
Según Moscú, Jalifa Haftar, el hombre fuerte del este de Libia, que desde hace nueve meses intenta tomar por las armas el control de Trípoli, la capital, necesita dos días para estudiar el documento y presentarlo a sus tribus aliadas.
Fayez al Sarraj, el jefe del gobierno de unidad libio reconocido por la ONU (GNA), lo firmó el lunes por la noche.
“El principal resultado de la reunión fue la conclusión de un acuerdo de principio entre los beligerantes para mantener y prorrogar indefinidamente el cese de la violencia”, indicó el ministerio de Defensa ruso.
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov aseguró que continuará sus “esfuerzos” junto a Turquía para encontrar un acuerdo formal.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue más amenazante y aseguró que daría “una lección” al mariscal Haftar si retoma su ofensiva contra el GNA.
El ministerio de Relaciones Exteriores del GNA indicó por su parte en Facebook que “Rusia nos informó que ejercía presiones sobre Haftar para firmar el acuerdo de alto el fuego“.
Los rivales libios no se reunieron directamente en Moscú pero negociaron a través de los ministros rusos y turcos de Defensa y de Relaciones Exteriores.
Desde el domingo hay una tregua en vigor tras una iniciativa del 8 de enero del presidente ruso Vladimir Putin y del turco Erdogan pero todavía no se firmaron las modalidades concretas.
El gobierno alemán anunció este martes una conferencia internacional sobre Libia auspiciada por la ONU el próximo domingo en Berlín. Sin embargo todavía no está confirmada la participación de Haftar ni de Al Sarraj.
Además de la tregua, el proyecto de acuerdo pide “la normalización de la vida diaria en Trípoli y en las otras ciudades” y el acceso y la distribución “con toda seguridad” de la ayuda humanitaria.
Turquía apoya a Sarraj y tiene militares desplegados, mientras que se cree que Rusia, a pesar de que lo niega, apoya al general Haftar con armas, dinero y mercenarios.