Pocos minutos después de las 5:00 de la mañana, desmañanados hombres, mujeres y niños de la caravana de migrantes centroamericanos partieron hacia Guadalajara, Jalisco.
El contingente caminará unos cuatro kilómetros hacia un entronque para buscar “jalón” por la carretera hacia La Piedad para descender en la caseta La Joya, en la carretera Zapotlanejo.
La caravana podría volver a reunirse en la caseta La Joya en la carretera Zapotlanejo, y pernoctarían en el auditorio Benito Juárez en Zapopan, Jalisco.
Cindy Rosales viene acompañada por su esposo y sus dos pequeños hijos, es procedente de La Ceiba, Honduras; salió de su país ante la oleada de violencia y refiere que en el albergue de Irapuato fueron bien atendidos y recibieron sus tres comidas, servicios sanitarios y médicos.
“Es difícil venir con niños, pero confiamos en Dios”, dijo; Cindy y su familia vienen en un pequeño contingente de personas evangelistas, así que la comitiva tenía una pequeña bocina con cantos específicos de esa religión.
De Irapuato, Guanajuato, al albergue en Guadalajara, Jalisco, son poco más de 200 kilómetros, en transporte vehicular son más de dos horas y media de traslados.