Por Joana Eizabeth Salinas, Psicopedagoga especializada en salud laboral y Co Creadora de Empareja2
Contar las cosas positivas, cultivar el optimismo y saborear la vida, son tres acciones que inciden de manera directa con nuestro estado de salud, pero también determinan el grado de satisfacción y Felicidad.
A nivel empresarial, se asume que la satisfacción de cada uno de los colaboradores determina su nivel de productividad, pero también el grado de innovación, mejora continua y resiliencia que experimenta la empresa. Esto, por supuesto, se refleja en la rentabilidad coporativa a través de índices de desempeño, rotación de inventarios, participación de mercado y otros. De ahí el interés corporativo por fomenter el optimismo.
Una acción crucial para contar cosas positivas es escribir un “diario de gratitud”. En él, la persona cuenta las pequeñas satisfacciones que experimenta cada día. Otra forma de hacerlo es destinar un momento específico, cada cierto tiempo, para agradecer todo lo bueno que ocurre y a reflexionar sobre la forma en que ésto enriquece nuestra vida.
Por su parte, cultivar el optimismo alude a la creencia de que el futuro será positivo y de que los objetivos se podrán alcanzar. El hecho de que los índices de felicidad sean mayores en la gente optimista, tiene que ver con el efecto de profecía autocumplida, pues en la medida en que estas personas creen que sus expectativas se realizarán, ellos mismos se encargan, de forma consciente o inconsciente, de realizar los actos necesarios para lograr que aquellas se tornen reales.
Una primera estrategia para cultivar el optimismo consiste en definir el mejor futuro posible para uno mismo, y así visualizar claramente los anhelos personales. Una segunda consiste en fijarse objetivos a largo plazo y desglosarlos en subobjetivos, que sean realizables en el corto plazo.
Tener pensamientos o conductas dirigidos a generar, intensificar o prolongar el disfrute se potencializa cuando se “saborean” los momentos felices en lugar de analizar sus causas o efectos. Más que comprender las razones por las que se goza, conviene acentuar el disfrute de los momentos agradables y recordar experiencias pasadas.
Existe un anuncio que dice: “recorder es volver a vivir”. La mente no distingue tiempos. Las reacciones emocionales se desencadenan de inmediato. Una prueba de ellos es cuando se pide a un grupo que imagine vívidamente que saborea el jugo de un limón. Los gestos que se producen entonces, muestran que existe una línea muy delgada entre la imaginación y la realidad.
Más aún: la gesticulación de quien finge ser feliz, como una sonrisa, le producen de inmediato sensaciones de bienestar.
Ahora, ¿porque se retoman estos temas en el ámbito de la salud laboral? Porque en ambientes de alta incertidumbre y recesión, se require “un poco de Felicidad” para continuar, fortalecerse y crecer.
Es momento, entonces, de construir rutinas que nos salven del desánimo y preserven el espíritu de la incertidumbre y el caos.