La consigna fue “no se suelten”, antes de escuchar la bienvenida y comenzar el recorrido.
Los días 1 y 2 de noviembre, el Cuartel Central de Bomberos de Atizapán de Zaragoza dejó de ser una estación de emergencias y se convirtió en una enorme Casa del Terror, con motivo del Día de Muertos.
La luz roja del primer stand apenas dejaba ver una ouija sobre el piso y dos seres. Uno de ellos tenía solo medio cuerpo sobre la pared mientras que el otro encaminó, en filas de unas 10 personas tomadas de la mano, a los 8 mil 500 asistentes que cruzaron este atractivo disponible de las 19:00 a las 00:00 horas.
El sonido de las hachas y serruchos sobre mesas de metal aumentaban la emoción durante el paso por una verdadera “carnicería”. Figuras de látex y cráneos de plástico sobre el suelo y en tambos de plástico simulaban partes de cuerpos humanos que, muy seguramente, en la imaginación colectiva eran destazados por una enfermera y un médico ensangrentados.
“Muchos eligen sus disfraces, pero este año una empresa nos donó 50. Nosotros trabajamos siempre bajo un estrés y este tipo de actividades los relaja, los divierte (a los bomberos). Vienen sus familias, no se la pierden ahora que regresó esta actividad, esta gran tradición de nuestro pueblo”, comentó el Comandante Héctor Elorriaga Mejía, Coordinador de Protección Civil Bomberos y Medio Ambiente municipal.
“Nuestro país es el único en el mundo que festeja, que disfruta y se ríe de la muerte. Nosotros, lo que hacemos, es recuperar nuestras tradiciones que nos dejaron nuestros abuelos”.
Hace 25 años, el Cuerpo de Bomberos instaló la primera Casa del Terror. La pandemia de Covid-19 provocó una suspensión de esta actividad, pero este año la emoción se desbordó y provocó un lleno en la calle y filas que rodearon este sitio desde donde se atienden las emergencias en el municipio.
“Me da mucho gusto ver a todos los vecinos disfrutando este espectáculo que han preparado todos los bomberos, con mucho cariño, para divertir a todos los atizapenses. Todos salen riéndose, espantados, disfrutando”, celebró el Presidente Municipal, Pedro Rodríguez Villegas.
Afuera de la casa del terror había una verdadera fiesta de disfraces. Conejos, diablos, brujas, zombies y muchos personajes más acudieron en grupos de amigos, familias y pareja.
Y la adrenalina los invadió desde antes de su ingreso, porque resultaban sorprendidos por el sonido de sierras eléctricas con las que hombres enmascarados simulaban atacarlos.
Un mes duró el armado de la instalación que también contó con una morgue, un cementerio, un laberinto, un bosque encantado, túneles iluminados con luz negra, ataúdes, cráneos y varios personajes como La Llorona y hasta payasos en un circo del terror, que este año instaló la Dirección de Juventud.
Autoridades informaron que fueron 100 personas las que participaron en los preparativos y desarrollo de este atractivo.
Y cuando se pensaba que todo había terminado, “El hombre del Costal” despidió a quienes pasaron los 10 minutos más emocionantes de la celebración de Día de Muertos en este 2022.
“¡Felicidades! Está muy padre, nos estamos divirtiendo mucho, porque hay comunión con la gente, amistad que se logra y, sobre todo, los niños se divierten mucho.
“Señor Presidente (Municipal), le agradecemos mucho todo lo que está haciendo por Atizapán y, sobre todo, que tome muy en cuenta que los niños necesitan de todos este tipo de distracción. Y para los adultos también, porque ya estamos saliendo de la pandemia, consideró Marcela Cantellano, una de las asistentes.
Para cuidar la seguridad y la estancia de chicos y grandes, la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito Municipal desplegó a agentes en las inmediaciones de Bomberos.