Las apuestas a favor de tres incrementos en la tasa de la Reserva Federal (Fed) durante 2019 se han moderado, debido a las señales de una pérdida de fuerza en el dinamismo de la economía norteamericana, situación que también está siendo reflejada en un retroceso en los rendimientos de los bonos norteamericanos de largo plazo.
“No me sorprendería que en la próxima reunión de la Fed se dieran señales de una disminución en el número de aumentos esperados en las tasas de tres a dos para el próximo año, como respuesta a los indicadores económicos que útilmente han mostrado debilidad, aunque esto todavía es insuficiente para invalidar la perspectiva de un nuevo aumento antes de que termine el 2018”, declaró Carlos Hernández García, analista en Masari Casa de Bolsa.
El exgobernador de la Fed, Laurence Meyer, también declaró a Bloomberg que el instituto central elevará las tasas dos veces el próximo año, no las tres que esperaba anteriormente.
Las tasas implícitas en el mercado de deuda apuntan a que el ciclo de alza en la tasa de la Fed se alcanzaría en un año, en niveles cercanos al 3 por ciento.
En el mercado de derivados, la probabilidad de un incremento en la tasa de la Fed para su reunión del próximo 19 de diciembre ha venido disminuyendo, al colocarse por debajo del 70 por ciento, tras haber alcanzado niveles cercanos al 100 por ciento en semanas anteriores, de acuerdo con datos de Bloomberg.
En tanto, el rendimiento del bono líder del tesoro norteamericano a 10 años cerró ayer 2.89 por ciento, en su menor nivel desde el pasado 31 de agosto, como respuesta a una mayor demanda por activos de refugio y por la publicación de indicadores económicos que se ubicaron por debajo de lo esperado.
La generación de empleo en el sector privado se reportó en 179 mil en el pasado noviembre, menor a las 195 mil esperadas en promedio por el mercado. Por otro lado, las solicitudes por seguro de desempleo se elevaron a 231 mil en la semana terminada el pasado primero de diciembre.
Los pedidos de fábricas y las órdenes de bienes duraderos cayeron 2.1 y 4.3 por ciento en cada caso, durante el décimo mes del año.
El déficit comercial de Estados Unidos aumentó a un máximo de 10 años en octubre, al alcanzar un monto de 55.5 mil millones de dólares, lo cual apunta a que este comportamiento resto dinamismo al Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre.
El panorama para el próximo año también se ha nublado, debido a las señales de debilidad en el crecimiento de la economía norteamericana, las cual se pueden ver amplificadas por las persistentes tensiones entre Estados Unidos y China, a lo que se sumaron las dificultades que puede tener la administración de Donald Trump para volver a aplicar estímulos fiscales, debido a la nueva composición del Congreso, que entrará en funciones a partir del próximo enero.
Adicionalmente, el desplome observado en los precios del petróleo en los últimos meses abona para disminuir presiones en la inflación, lo cual da margen de maniobra para que la tasa de la Fed alcance pronto un techo en su tasa de referencia.