La súbita decisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de “congelar” más de dos mil millones de pesos para el sector Salud puso el dedo en la llaga en una comunidad médica que ya se había sacudido en los primeros meses del año por el retraso en el pago de becas a los residentes.
La semana pasada, ya no fueron los residentes sino los directores de los institutos nacionales de salud, encabezados por el director general del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, a cargo de Jaime Nieto Zermeño, quienes advirtieron del riesgo de deficiencias en la atención, inconformidad laboral y, lo más grave, de muertes de pacientes, entre ellos bebés.
En un diagnóstico de 30 cuartillas que presentaron a los diputados, los directivos de los distintos institutos de salud detallaron una a una las consecuencias que traería el “congelamiento” o recorte presupuestal.
“No que la salud no se toca”, “no parece que la salud sea la prioridad”, son algunas de las expresiones que mexicanos emitían en redes sociales, luego de que se diera a conocer la situación en el Sistema de Salud Nacional.
A su vez, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, atajó las críticas al asistir de manera imprevista a un sortero de la Lotería Nacional y declarar que no habría recortes, ni congelamiento de recursos, luego de haberse reunido con su homólogo de Hacienda, Carlos Urzúa Macías.
“En la salud no se regatean los recursos, en la salud se buscan las mejores condiciones para cumplir los objetivos centrales de un camino hacia la mejora de los servicios”, aseveró.
Apenas era el martes, cuando de manera inesperada, incluso para el propio gobierno federal, Germán Martínez Cázares, presentó ante el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) su renuncia al cargo de director general de la institución médica.
El ahora exdirector del IMSS, argumentó una “injerencia perniciosa” y neoliberalista de la Secretaría de Hacienda, así como la sensación de que esperaban que fuera sólo un “florero”, entre los motivos de su dimisión al cargo.
Al día siguiente de la renuncia de Martínez Cázares, Zoé Robledo Aburto fue designado nuevo director general del Seguro Social el viernes inició sus actividades recorriendo una Unidad de Medicina Familiar en la colonia Roma Norte.
En salud hay otro frente abierto, nada ha quedado claro sobre el oficio DGCES-DES357-2019 mediante el cual la Secretaría de Salud solicitó a las áreas médicas informen el número de alumnos que dan servicio social a la población por 900 o tres mil 600 pesos ya que se recortarían sus becas.
Estudiantes de odontologías, psicología y otras áreas de la salud distintas a médicos y enfermeras ya no recibirán ese apoyo económico, según se informa en el documento que circuló en días pasados.
Al respecto la Asamblea Nacional de Médicos Residentes exhortó a las autoridades a respetar las plazas de servicio social sin recorte de beca, además de que siguen trabajando bajo protesta hasta que se regularice el pago de sus propias becas en todo el país.
