Siete décadas de avances en Derechos Humanos, pero aún hay grandes retos en la búsqueda de un mundo más justo: ICC México

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  • En el Día Internacional de los Derechos Humanos, la organización mundial de las empresas advierte que estos se deben materializar en el día a día de cada ser humano, sin importar su nacionalidad, género, religión o cualquier otra condición

 

Desde la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos han transcurrido más de siete décadas de avances significativos en la promoción y protección de los derechos humanos, tanto en el ámbito internacional como local; sin embargo, aunque se ha progresado en muchos aspectos, los retos siguen siendo enormes, especialmente en un mundo que sigue enfrentando desigualdades profundas y persistentes, por lo que en este día tan significativo, en la International Chamber of Commerce (ICC) México reafirmamos nuestro compromiso con la promoción y protección de los derechos fundamentales para lograr un mundo y un México más justo.

Cada 10 de diciembre el mundo conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha que invita a reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten en la construcción de una sociedad más inclusiva, equitativa y respetuosa de la dignidad humana, desde aquel 10 de diciembre de 1948, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas dio a conocer un documento histórico que marcó un hito en la historia de la humanidad, al proclamar un conjunto de derechos fundamentales que deben ser respetados y protegidos sin distinción alguna.

A lo largo de estos años, hemos sido testigos de la creación de normativas, de la inclusión de los derechos humanos en constituciones nacionales y de esfuerzos conjuntos entre gobiernos, empresas y sociedad civil para consolidar estos principios fundamentales; empero, a pesar de estos avances, la lucha por garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos sigue siendo una tarea pendiente en muchos rincones del planeta.

Desde el ámbito gubernamental, es responsabilidad de los Estados garantizar que los derechos humanos sean más que un ideal, sino una realidad cotidiana para sus ciudadanos, para lo cual es necesario que los gobiernos implementen políticas públicas inclusivas y mecanismos efectivos de acceso a la justicia, con legislaciones alineadas con los instrumentos internacionales, como la propia Declaración Universal, a la vez que las instituciones encargadas de su cumplimiento deben ser transparentes, responsables y fuertes porque sin estos pilares, los avances conseguidos corren el riesgo de desmoronarse.

Las empresas también desempeñan un papel fundamental en la promoción y protección de los derechos humanos, al incorporar los principios rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos en sus operaciones, directrices esenciales para que las empresas no solo eviten causar daños a las personas y comunidades, sino que también jueguen un rol activo en mejorar las condiciones laborales, fomentar la equidad de género y respetar el medio ambiente. De hecho, la implementación de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) ha mostrado ser una herramienta clave para alinear las prácticas empresariales con los principios de derechos humanos.

La sociedad civil organizada sigue siendo un actor indispensable en esta lucha al convertirse en el puente que conecta las demandas de la ciudadanía con las acciones de los gobiernos y las empresas, ya que, como agentes activos en la construcción de una cultura global de respeto a la dignidad humana a través de la educación, la sensibilización y la movilización, las organizaciones de la sociedad civil no solo defienden los derechos de las personas, sino que también los visibilizan de manera cotidiana.

En este Día Internacional de los Derechos Humanos, desde la International Chamber of Commerce (ICC) México reafirmamos nuestro compromiso con la promoción y protección de los derechos fundamentales y nos unimos al llamado global para redoblar los esfuerzos, superar los obstáculos que aún persisten y trabajar de manera conjunta para construir un futuro en el que la dignidad de todas las personas sea respetada.

Los derechos humanos no deben ser negociables, por el contrario, son una responsabilidad compartida de gobiernos, empresas y sociedad civil el asegurar que no solo se reconozcan, sino que se materialicen en el día a día de cada ser humano, sin importar su nacionalidad, género, religión o cualquier otra condición.

El camino hacia un mundo más justo y humano es largo, pero solo con la colaboración de todos los sectores de la sociedad podremos superar las barreras que aún limitan el pleno ejercicio de los derechos humanos y avanzar hacia un futuro donde la justicia, la igualdad y la dignidad sean la base de nuestra convivencia global.