Como “una reunión de dilación y apuesta por el olvido”, consideró el diputado Omar Ortega Álvarez el encuentro de la procuradora General de la República, Arely Gómez González, con los legisladores del Congreso de la Unión encargados de darle seguimiento a las investigaciones sobre los asesinatos de civiles en Nochixtlán, Oaxaca, el pasado 19 de junio.
El legislador criticó que la reunión se haya hecho a puerta cerrada, como en otras ocasiones, pues hubiera dado lo mismo si hubiera sido de cara a la sociedad y ante los medios de comunicación. “Realmente no se presentaron avances significativos”, puntualizó.
Parece ser –dijo- que en realidad, por miedo, no se quiso exhibir esa inexistencia de avances reales ante la opinión pública con el pretexto de la secrecía de las investigaciones ministeriales, pues no hubo ninguna aportación significativa de información.
Lo que se “reveló” –dijo el líder del PRD en el Estado de México- fue acaso la confirmación de lo que medios de comunicación descubrieron desde el día de los hechos, es decir, que policías federales se desplazaron de un lugar a otro por Nochixtlán sin explicación ni justificación válida, que iban armados y que sus armas fueron disparadas.
A casi dos meses de lo sucedido, solo 250 uniformados de los cerca de mil 188 de diversas corporaciones que participaron ese día han declarado, por lo que difícilmente lo harán en un mes, para cuando la procuradora y sus colaboradores prometieron conclusiones.
También será difícil que se tengan los análisis periciales para entonces, si se considera que en 50 días sólo se ha identificado de qué arma salió una de las balas que mató a uno de los asesinados ese día.
Ortega Álvarez recordó que la Comisión Especial del Congreso de la Unión para el caso Nochixtlán tiene hasta el 31 de agosto para entregar sus conclusiones. De no haber algún cambio del Legislativo al respecto, ya no existirá para cuando la PGR dé a conocer sus investigaciones y, por tanto, no podrá cuestionarlas.
Todo parece indicar que se apuesta a la dilación y al olvido, pero advirtió que, como en otros casos, el resultado será más descrédito del gobierno y sus aliados.
“Es que la falta de justicia combinada con tanta violencia criminal en contra de la sociedad y con tanto rezago social ya no da el mismo resultado de impunidad que en otros tiempos, menos si hay maniobras como en este caso. Lo peor es que ni quienes ocupan hoy el gobierno ni sus aliados lo quieren entender a pesar de la caída en la aceptación social del presidente Enrique Peña Nieto, como lo muestran una y otra vez diversos indicadores”, concluyó el coordinador de Proceso Legislativo del GPPRD.