Una de cada 10 mujeres mexicanas que tiene un parto sufre depresión después del embarazo, pero con la información y tratamiento debidos pueden lograr su total recuperación, aseguró el jefe del Departamento de Psicología del Instituto Nacional de Perinatología (INPer), doctor Francisco Morales Carmona.
En general, informó, la prevalencia de este padecimiento se encuentra entre el 12 y 14 por ciento.
Dejó en claro que sentimientos de ansiedad, irritación, tristeza con llanto e inquietud son comunes, pero casi siempre desaparecen sin necesidad de tratamiento.
Morales Carmona explicó que si los síntomas, que se presentan durante las primeras semanas después del nacimiento del bebé, no desaparecen o comienzan uno o más meses después de la gravidez, la mujer puede sufrir depresión posparto o puerperal.
Mencionó que hay una alta morbilidad a causa de este problema, con consecuencias tanto para la madre como para el hijo y la familia. Por ello, dijo, es importante que se reconozca la sintomatología lo antes posible, para que la mujer reciba la ayuda necesaria.
Morales Carmona señaló que el INPer ofrece tratamiento que incluye medicamentos, psicoterapia o la combinación de ambos. Puntualizó que hay medicina antidepresiva para las madres lactantes sin ninguna repercusión al bebé.
Sin tratamiento, advirtió la especialista, la depresión posparto puede durar meses o años y las complicaciones potenciales de largo plazo son las mismas que en la depresión grave.
Por último, indicó que la empatía y comprensión, así como la ayuda para que la mujer entienda su situación, sin sentimientos de culpa, son indispensables.