Un terremoto de magnitud 6,7 sacudió el martes el noroeste de Japón, causando heridas menores a 21 personas y una breve evacuación en las zonas costeras hasta que pasó el riesgo de que se registrara un tsunami.
Los pisos de algunas tiendas quedaron cubiertos de productos que cayeron de los anaqueles, y en los techos de las casas se podían observar los lugares en los que se desprendieron algunas baldosas. Pero los comercios volvían a la normalidad la mañana del miércoles, los trenes reanudaban sus operaciones habituales y miles de residencias recuperaron el servicio eléctrico que habían perdido de manera temporal.
No hubo reporte de daños graves. Se detectaron ligeros cambios en los niveles del mar en varias ciudades de la costa, pero se levantó la alerta de tsunami luego de unas dos horas y media.
La Agencia Meteorológica de Japón dijo que el epicentro del movimiento telúrico fue en la costa occidental de Yamagata, unos 50 kilómetros (30 millas) al suroeste de la ciudad de Sakata. Fue relativamente poco profundo, unos 14 kilómetros (9 millas) por debajo de la superficie marina. Los sismos de poca profundidad suelen causar mayores daños.
La Agencia de Bomberos y Manejo de Emergencias informó que 21 personas resultaron heridas, la mayoría de ellas en la prefectura de Yamagata. Casi todas tuvieron sólo lesiones menores.
El secretario jefe del gabinete Yoshihide Suga pidió a los residentes mantenerse preparados en caso de posibles réplicas.
El encargado de manejo de crisis de la ciudad de Tsuruoka, Takehiko Takahashi, dijo en una entrevista televisiva que las autoridades de la ciudad ayudaron a los residentes de zonas costeras a evacuar a terrenos más elevados como medida preventiva hasta que se levantó la alerta de tsunami.