La comunidad universitaria y la sociedad en general están de luto tras la confirmación del fallecimiento de Ángel Fernando Castillo Galicia, un estudiante de la Preparatoria 4 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El cuerpo del joven, de apenas 18 años, fue entregado a sus familiares por la Fiscalía de la Ciudad de México (CDMX) el pasado 18 de noviembre, tras ser hallado sin vida un día después de su desaparición en el Bosque de Chapultepec.
Ángel Fernando desapareció el 15 de noviembre mientras disfrutaba del día junto a su novia en la emblemática área verde de la capital. La última vez que se le vio con vida fue cuando se dirigió al baño, momento a partir del cual se perdió todo rastro de él. Su hallazgo tuvo lugar en la alcaldía Cuauhtémoc, debajo de un puente peatonal ubicado sobre el Circuito Interior, un desenlace que ha dejado consternados a sus seres queridos y compañeros de estudios.
En un comunicado, la Fiscalía capitalina informó que, basándose en las primeras investigaciones y testimonios recabados, se determinó que Ángel Fernando no fue víctima de un delito, ya que se retiró del lugar por voluntad propia. Sin embargo, el entorno de misterio y las preguntas sin respuesta han motivado a la comunidad universitaria y a sus allegados a exigir una investigación más profunda que esclarezca las circunstancias que llevaron a esta trágica pérdida.
Por su parte, la UNAM expresó su más sentido pésame a la familia y amigos de Ángel Fernando. A través de un mensaje público, la máxima casa de estudios de México subrayó la necesidad de que las autoridades correspondientes realicen una indagatoria exhaustiva y transparente que permita conocer con certeza lo que ocurrió aquel día. La institución reiteró su compromiso de acompañar a la familia en este doloroso proceso y de velar por la seguridad de su comunidad estudiantil.
El caso ha despertado reacciones de solidaridad y tristeza en redes sociales, donde cientos de estudiantes y ciudadanos han manifestado su apoyo a la familia del joven y su repudio ante la incertidumbre que rodea su fallecimiento. La exigencia de justicia y verdad resuena con fuerza, destacando la importancia de proteger a la juventud en todos los espacios de la ciudad.
En estos momentos difíciles, la memoria de Ángel Fernando se mantiene viva en el corazón de quienes lo conocieron, y su historia se suma al llamado colectivo por un entorno más seguro para todos los estudiantes de la capital.
