Otra estafa de gigantescas dimensiones en agravio del pueblo mexicano es el Túnel Emisor Oriente (TEO), obra heredada del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y actualmente en curso cuyo costo podría inflarse aún más y superar los más de 41 mil millones de pesos ya gastados en la gestión del priista Enrique Peña Nieto, alertó el diputado Omar Ortega Álvarez.
En la consideración del coordinador de Proceso Legislativo del GPPRD, éste es otro ejemplo de la incompetencia, irresponsabilidad y corrupción de los gobiernos que ha padecido nuestro país en las últimas décadas, pues pareciera que éstos son incapaces de bien planear una obra o son muy buenos para robar los recursos públicos con la extensión indefinida de su conclusión.
El parlamentario del Sol Azteca solicitó la intervención de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y le propuso exhortar al Ejecutivo representado por Peña Nieto que, a través de su Secretaría de la Función Pública (SFP), investigara y fincara responsabilidades a quienes autorizan sobreprecios y retrasos.
El pasado 5 de julio propuso también a la Permanente exhortar a otro de los órganos del Legislativo, en este caso a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependiente de la Cámara de Diputados, que reformulara sus auditorías y que igualmente presentase las denuncias correspondientes por el cúmulo de irregularidades en ese proyecto.
Sin embargo, en la Permanente decidieron ignorar los exhortos propuestos y, en lugar de dirigirlos a las dependencias mencionadas, se limitaron a pedir a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) un informe más sobre el “avance” de la obra.
“Es otro truco para no rendir cuentas ni, sobre todo, fincar responsabilidades. Concluyan o no la obra en 2018, como se prometió por enésima ocasión luego de varios retrasos, lo presumirán como un gran proyecto para sacar raja político-electoral. Es decir, no concluir el TEO les sirve para seguir exprimiendo el presupuesto, pero también para su propaganda electoral”, advirtió Ortega Álvarez.
De hecho –agregó- así lo hizo Calderón, quien la publicitó en 2008 como solución definitiva a las inundaciones en el Valle de México y con ese argumento tuvo el atrevimiento de asignar directamente una obra tan costosa –originalmente nueve mil 595 millones de pesos- al consorcio Constructora Mexicana de Infraestructura, S.A. de C.V (COMISA) integrado por las empresas CARSO de Carlos Slim e ICA de Bernardo Quintana.
Supuestamente se ejecutaría en un mil 402 días naturales –del 14 de noviembre de 2008 al 15 de septiembre de 2012-, pero al término del plazo no llevaba ni un tercio de avance, aunque su costo ya se había más que duplicado para elevarse a 19 mil 546 millones de pesos.
Dos años después de iniciar su gestión, el gobierno de Peña Nieto tampoco pudo concluir la obra, pero una vez más elevó el costo a 26 mil 666 millones pesos con la promesa de entregarla en diciembre de 2015. Tampoco sucedió.
“Lo que sí ocurrió fue que en 2016 otra vez se incrementó el costo a 32 mil 900 millones de pesos y a la fecha suma ya 41 mil 598 millones 407 mil 647 pesos con la argucia de que se concluirá en 2018”, dijo el diputado.
En su opinión, es indignante que los involucrados en esta obra desde el gobierno de Calderón Hinojosa y hasta el de Peña Nieto se burlen de los mexicanos con retrasos y sobrecostos a todas luces inexplicables, pues encima de todo se niegan sistemáticamente a rendir cuentas con apoyo de sus aliados en el Congreso.
La misma Auditoría Superior de la Federación (ASF) –enfatizó Ortega Álvarez- no ha reportado los incumplimientos en la obra, por lo que no se han presentado denuncias ni determinación de responsabilidades, que era precisamente lo que pedía en su propuesta original.
“Esperaremos respuesta de la Conagua, pero desde ya decimos que este proyecto es un fraude, mucho mayor que el del Paso Exprés, y como tal debe verse en 2018, cuando supuestamente se entregará, aunque uno de los directores del organismo, David Korenfeld –tristemente célebre por malversar sus recursos-, dijo en 2012 que sería hasta 2019.