Un año después del 19s, los estragos psicológicos siguen presentes

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Por Juan R. Hernández

En septiembre de 2017, dos terremotos devastaron México: entre los sismos del 7 y 19 de ese mes, 12 millones de personas se vieron afectadas en 10 estados del país y 471 mexicanos perdieron la vida. Solo en la Ciudad de México, 5,765 viviendas sufrieron daños estructurales, según cifras oficiales. De lo que no hay un número exacto es de los estragos psicológicos que causó la tragedia, ni de los daños que perduran un año después.
Cuando enfrentamos una situación de un alto estrés, como lo es vivir un sismo, nuestro sistema nervioso se pone en estado de alerta de forma natural. Tal como nos explica la psicóloga Annabel Gómez, especialista de la plataforma Doctoralia:
“Si en el pasado vivimos algún suceso en el que nuestra vida peligró, el cuerpo entra en un Trastorno de estrés agudo de forma automática ante cualquier situación potencialmente peligrosa. Se presenta incomodidad y ansiedad con cualquier estímulo que pueda recordarnos al potencial daño. Estos síntomas se presentan en los primeros dos meses posteriores al evento en cuestión (un asalto, pérdida o, en este caso, desastre natural)”, afirmó la psicóloga.


Después del 19 de septiembre, según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), más de 250 mil mexicanos se quedaron sin vivienda, 16 mil 136 escuelas sufrieron daños y 53 centros de salud presentaron afectaciones mayores. Los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Edomex, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla, Morelos, Guerrero y la Ciudad de México fueron los más afectados.
Un año después, la tragedia sigue muy presente en las vidas de los mexicanos, y por eso se debe seguir trabajando por la salud psicológica de las personas afectadas. Pasados unos meses, y si la fase de estrés agudo no se supera, se puede desarrollar el denominado Trastorno de estrés postraumático (TEPT), una condición que según la especialista pueden estar padeciendo muchos mexicanos:
“En cuanto suena la alerta sísmica, cientos de personas tienen esta sensación de que su integridad está en riesgo; tienen memorias y recuerdos vívidos de la tragedia, empiezan a tener problemas de taquicardia, sudoración… muchas de ellas presentan TEPT”, agregó.
Según la Organización Mundial de la Salud el TEPT se presentó hasta en un 3.6% de la población mundial el último año, cifra alcanzada en gran parte por sucesos catastróficos, como el 19s. Gómez afirma que en caso de presentar síntomas que puedan identificarse con este trastorno, es recomendable acudir a un especialista:
“Se necesita una evaluación de los niveles de estrés, qué fue lo que sucedió en el evento, cómo se vivió. En especial, hay que acudir a un especialista si la persona no se puede acercar al lugar de hechos, le resulta difícil hablar del tema, se tienen recuerdos vívidos del suceso, y el malestar psicológico y emocional se presenta recurrentemente”, dijo.
Los síntomas del TEPT se pueden presentar a partir de los tres meses de la crisis vivida, o inclusos años después. Para afrontarlo, el tratamiento puede incluir primeros auxilios psicológicos, métodos de afrontamiento positivos e incluso el uso de fármacos, ya que, este trastorno puede derivar en otras patologías que así lo requieran.
Si crees que no has superado los sucesos traumáticos que ocurrieron hace un año, no dudes en dejarte ayudar. “En primer lugar, uno nunca debe sentirse mal por sentirse mal. El cuerpo está mandando señales que se tienen que atender; se requiere de ayuda profesional”, finalizó la especialista.
Para obtener más información sobre el Trastorno de Estrés Postraumático en internet, acude siempre a fuentes de información fiables respaldadas por profesionales de la salud, como el servicio “Pregunta al experto” de Doctoralia.
Pero recuerda que lo ideal es que un especialista analice tu caso en persona. La salud mental y psicológica, sobre todo después de un desastre natural, no debe tomarse a la ligera.