El cáncer de páncreas representa por lo menos 2% de todos los cánceres a nivel mundial. La mayoría de los casos corresponden a adenocarcinoma de células ductales, seguidos de otros tipos de tumores del tejido exocrino, mientras la minoría son de células endócrinas. Es la cuarta causa de muerte por cáncer en EUA en hombres y mujeres y es la sexta en Europa. En México ocupa el quinto lugar en hombres y el séptimo en mujeres.
El mayor impacto del cáncer de páncreas lo constituye el hecho de que fallecen casi el mismo número de casos que se diagnostican. Su índice de mortalidad es muy alto, con una tasa de supervivencia de sólo 9 por ciento a los cinco años
El cáncer de páncreas es más común en hombres que en mujeres, aunque esta diferencia es menos aparente conforme aumenta la edad. Es raro encontrarlo en las primeras tres décadas de la vida, posteriormente su incidencia se incrementa de manera exponencial hasta llegar a un máximo entre la séptima y octava décadas de la vida. Por lo tanto, el riesgo de padecer cáncer de páncreas aumenta con la edad.
Con una tasa de supervivencia de cinco años en un solo dígito, el cáncer de páncreas es uno de los cánceres más mortales del mundo. Es en este contexto que el 13 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Páncreas. Personas de todo el mundo se unen para buscar mejoras en la lucha contra el cáncer más difícil.
La Coalición Mundial del Cáncer de Páncreas reúne a más de 80 organizaciones de más de 30 países y seis continentes para crear conciencia e inspirar a la acción. A través de este esfuerzo combinado, se brinda mayor atención, conciencia y mejores resultados en el combate a esta enfermedad mortal.
El riesgo promedio de padecer cáncer pancreático durante la vida para los hombres es de aproximadamente 1 en 63. Para las mujeres, este riesgo es aproximadamente 1 en 65. Sin embargo, las posibilidades de cada persona de padecer cáncer de páncreas pueden ser afectadas por algunos factores de riesgo. (2)
El cáncer de páncreas es una enfermedad en la que se forman células cancerosas en los tejidos del páncreas, y desafortunadamente, “en un alto porcentaje de los casos, los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas de la enfermedad, metastásicos y no operables, con muy pocas alternativas de tratamiento”, señaló el Dr. José Athié Rubio, director médico de Grupo Biotoscana México y cirujano oncólogo de Médica Sur.
Ejemplo de ello es la extirpación quirúrgica, la cual es posible en tan solo un 20 por ciento de los pacientes con adenocarcicoma, el tipo más común de cáncer de páncreas. En algunos casos, con quimioterapia antes de la cirugía, este porcentaje puede aumentar.
El cáncer de páncreas es difícil de detectar y diagnosticar en fases tempranas. Una vez diagnosticado, se puede controlar sólo si se detecta antes de su diseminación, cuando se puede extirpar completamente por medio de una operación. “Si el cáncer se diseminó, la terapia paliativa puede mejorar la calidad de vida del paciente al controlar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad”, añadió el Dr. José Athié Rubio.
Por ello es de suma importancia aumentar la concienciación social sobre esta enfermedad y advertir la necesidad de un cambio urgente que promueva la investigación y sobre todo que el tratamiento de esta enfermedad sea una prioridad de la salud pública. Y qué mejor manera de crear conciencia e informar a la gente que conmemorando el Día Mundial del Cáncer de Páncreas, este 21 de noviembre.
En cuanto a tratamientos, hoy en día se cuenta con el medicamento nanotecnológico Abraxus®, para suspensión inyectable (paclixatel unido a albúmina en una formulación de nanopartículas), que, junto con Gemcitabina, mejora la supervivencia global y representa un nuevo estándar de tratamiento en cáncer de páncreas metastásico.
Los factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de páncreas incluyen antecedentes familiares de la enfermedad, edad, pancreatitis crónica o hereditaria, tabaquismo, obesidad y diabetes.
El cáncer de páncreas puede causar tan sólo síntomas imprecisos que pueden también indicar muchas otras enfermedades dentro del abdomen o en el aparto digestivo. Los síntomas incluyen dolor (normalmente abdominal o de espalda), pérdida de apetito, nauseas, cambios en heces y diabetes.