Existe la creencia de que no es posible tratar los trastornos mentales o de que las personas que los padecen son difíciles
La prevalencia de los trastornos mentales en México continúa aumentando, causando efectos considerables en la salud de las personas y graves consecuencias a nivel socioeconómico y en el ámbito de los derechos humanos en todos los países.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a escala mundial, se calcula que casi 300 millones de personas sufren depresión, lo que equivale a un 4,4% de la población mundial, lo que la convierte en el trastorno más común no solo en México sino en el mundo, el cual afecta a personas de cualquier edad, ocupación y condición social.
Asimismo, el riesgo de padecerla se incrementa a causa de la pobreza, el desempleo, acontecimientos vitales importantes como la muerte de un ser querido o la ruptura de una relación sentimental, una afección física o problemas causados por el consumo de alcohol u otras sustancias.
“La incidencia de los trastornos mentales tiende a duplicarse después de las emergencias como la que acabamos de vivir”, aseguró Silvia Morales Chainé, coordinadora de los Centros de Formación e Investigación en Psicología de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Ante esto, cada 10 de octubre —Día Mundial de la Salud Mental— se busca concientizar a las personas para cambiar su perspectiva sobre aquellas que padecen enfermedades mentales, “la ignorancia y la estigmatización que rodean a las enfermedades mentales están muy extendidas, días como hoy nos hacen recordar lo importante que es seguir formando profesionales en el campo, generando estrategias de prevención efectivas, promover la salud y la detección temprana de síntomas, una persona con algún trastorno mental puede tener una vida saludable, con calidad, llena de beneficios”.
Pese a disponer de tratamientos eficaces, existe la creencia de que no es posible tratar los trastornos mentales, o de que las personas que los padecen son difíciles, poco inteligentes o incapaces de tomar decisiones. Esa estigmatización da lugar a malos tratos, rechazo y aislamiento, y privar a las personas afectadas de atención médica y apoyo.
Dentro del sistema de salud es muy frecuente que esas personas reciban tratamiento en instituciones que se parecen más a almacenes humanos que a lugares para curarse, “hay muy poca atención de tercer nivel para quienes padecen trastornos mentales lo que impide que reciban tratamiento adecuado y oportuno”, apuntó Morales Chainé.
Por lo tanto, 30% de personas padecen trastornos mentales por cada 100, la demanda de prevención y tratamiento es muy elevada, no hay actividades de promoción de la salud y presentar un trastorno conlleva una vida difícil y poco autónoma.
El cuidado y la actividad en las etapas tempranas en niños es vital para mantener una salud mental adecuada, tener actividades recreativas, promover el crecimiento social y familiar.
“Promover la salud y prevenir es lo fundamental, buscar ayuda si estoy sintiendo síntomas, desestigmatizar los trastornos mentales porque muchos pacientes tienen la oportunidad de llevar una vida independiente y autónoma, los trastornos mentales se pueden prevenir”, finalizó la especialista.