Urge programa emergente de abasto de pollo que frene especulación, acaparamiento y encarecimiento

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Ante el alza en el precio de la carne de pollo registrada en los últimos días, la diputada Blanca Margarita Cuata Domínguez (Morena), resaltó la urgencia de que la Secretaría de Economía implemente un programa emergente de abasto del básico para contener la especulación, acaparamiento y encarecimiento.
Además, que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ponga en marcha un plan nacional de verificación de las pollerías, con el propósito de vigilar las prácticas de comercio.
En un punto de acuerdo que impulsa ante la Comisión Permanente, destacó que la Profeco identificó que el precio al consumidor del kilogramo a granel de pechuga sin hueso y sin piel, alcanza hasta los 129.20 pesos en supermercados de la zona metropolitana de la Ciudad de México.
Afirmó que con este incremento en el valor del pollo, el salario mínimo vigente de 88.36 pesos al día “no alcanza para comprar un kilogramo de pechuga sin piel”.
La legisladora, secretaria de la Comisión de Competitividad, apuntó que en las últimas semanas se han observado “probables actos de acaparamiento y aumento irracional de sus precios por los productores y comercializadores”.
“No existe una explicación pública que dé certeza respecto a que el encarecimiento de la carne de pollo, se deba a factores que no obedezcan a la especulación y acaparamiento, máxime cuando se trata de un alimento indispensable para millones de mexicanos”.
Cuata Domínguez refirió que la Unión Nacional de Avicultores estima que al cierre del presente año habrá un incremento en la producción del 3 por ciento, equivalente a un total de 6.3 millones de toneladas de alimento (pollo, huevo y pavo).
El organismo avícola señala que en México el consumo per-cápita de pollo ha aumentado de 15.83 a 32.24 kilogramos de 1994 a 2017, respectivamente, y al cierre de 2018 se espera alcance los 32.88 kilogramos.
Consideró que la demanda del alimento básico puede reducirse a causa de los elevados precios, pese a ser una alternativa viable en contra de enfermedades provocadas por la obesidad, toda vez, que es una fuente excelente de proteínas y hierro.
No tiene exceso de grasa ni colesterol que contiene la carne de res. Sin piel, el 64 por ciento de las calorías del pollo proceden de la proteína, y el 31 por ciento, de la grasa, por lo tanto, el pollo sin piel es el más saludable.
Por ello, sostuvo que es obligación de la Secretaría de Economía fomentar la productividad y la competitividad, y de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México establecer y coordinar los programas de abasto y comercialización de alimentos básicos. La propuesta, fue suscrita también por la diputada de Morena, Alicia Barrientos Pantoja.