En el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático y ante síntomas de alarma en la ciudad de México por la reducción del nivel en el sistema Cutzamala, así como las contingencias ambientales por contaminación atmosférica que van en 2022, el legislador ciudadano, Royfid Torres González, inscribió una iniciativa para reformar y adicionar la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para la CDMX, que permitan tomar medidas al respecto.
En el uso de la tribuna, el representante de la Bancada Naranja en Donceles expuso los motivos que permitan, no sólo entender y dimensionar la crisis que enfrentamos, sino también actuar frente a ella.
“Desde febrero habíamos presentado algo en este sentido que lamentablemente murió en comisiones sin discusión alguna; sin embargo, las contingencias ambientales siguen, la escasez de agua aumenta y el fenómeno de la crisis climática avanza, por eso nos parece relevante insistir en el tema. Las ciudades generan el 60 por ciento de las emisiones en la atmósfera y consumen más del 70 por ciento de la energía que se produce a pesar de que concentran menos del 2% del territorio; es decir, las decisiones y acciones que se implementan en las ciudades son fundamentales”, dijo.
Según datos de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, expuso el emecista, en 2016, 2017 y 2018 se registraron anomalías en la temperatura a lo largo de casi todo el año en la Zona Metropolitana del Valle de México, lo que tuvo claros efectos en la salud, al igual que en la mala calidad del aire como resultado de la quema de hidrocarburos que vienen principalmente de industrias y del parque vehicular.
“El año pasado se declararon cuatro contingencias ambientales por contaminación atmosférica, lo que representa un aumento, en comparación con 2020 en donde solo se registró una en noviembre. Este año, tan solo entre marzo y junio de 2022, ya se han declarado cinco. El aire que respiramos diariamente está deteriorando nuestra salud”, indicó.
Torres González añadió que otra consecuencia son los cambios en el patrón que han generado un déficit de lluvia en las presas del Sistema Cutzamala, que abastece un buen porcentaje del abasto de agua que se consumen la capital. “Hoy están por debajo de su llenado, llegando al menor almacenamiento registrado en todo el sistema desde 1996, cerca del 20 por ciento menos del promedio histórico”, advirtió.
El legislador comentó que las afectaciones del cambio climático no sólo se traducen en menor disponibilidad de agua, sino también en un aumento en los costos, es decir, un impacto económico a los gobiernos, afectando a quienes menos tienen.
“Sabemos con claridad que los efectos del cambio climático se traducen de forma diferenciada afectando, sobre todo, a personas que viven en pobreza, a las mujeres, infancias y personas con discapacidad. Desde la ciencia ya se ha determinado con claridad que los fenómenos naturales serán cada vez más intensos”, sostuvo.
En la Ciudad de México, de 1980 a 2013, los daños reportados por fenómenos hidrometeorológicos en la ciudad, como lluvias, inundaciones y desbordamiento de aguas negras, resultaron en un impacto económico de 32 mil millones de pesos anualmente afectando a más de 49 mil personas; en el mismo periodo, los daños ocasionados por incendios forestales afectaron un total de 17 mil hectáreas en la ciudad, con un costo económico directo de cerca de 3 mil millones de pesos.
Finalmente, el integrante de Movimiento Ciudadano conminó a los legisladores a ser receptivos y responsables, ya que, aunque el tema parezca distante y abstracto, hoy se puede traducir en cifras y pérdidas reales, que, según un estudio desarrollado por el Grupo de Liderazgo Climático C40, al ejecutarse políticas climáticas como inversiones en transporte público, movilidad activa y eficiencia energética los beneficios socioeconómicos acumulados a 2050 ascenderían a más de 60 mil millones de pesos.