El día de hoy se realizó el foro ‘Etiquetado frontal de advertencia en América Latina’, con expertos latinoamericanos, involucrados en la creación de la Ley de Etiquetado en Chile y Perú. Guido Girardi, Senador actual de Chile y reconocido recientemente con el Premio Jaques Diouf de la FAO por ser el autor de dicha ley, habló sobre la obesidad como el principal desafío que tiene la humanidad, junto con el cambio climático.
En palabras de Girardi, los países de América Latina estamos capturados por los intereses de la industria de alimentos y bebidas, la que produce comida basura que enferma al planeta entero. Las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, en realidad, son las enfermedades “más transmisibles”, ya que contagian, a través de la publicidad (pagada por la industria) y está hecha desde la neurociencia, la psicología y la sociología, para intervenir y manipular en los cerebros, especialmente de los niños y cambiar sus hábitos por conductas que no son saludables.
Para cortar con estas enfermedades “transmisibles”, es indispensable regresar al derecho de estar informado de lo que se está comiendo y dejar de publicitar comida basura. Chile compite con México en consumo de comida chatarra y tienen patrones de consumo muy parecidos.
En Chile se decidió cambiar el etiquetado porque violaba los derechos humanos de las personas. La industria sabe que produce basura y que la publicita, pero si el que la consume no entiende el etiquetado y no sabe qué está comiendo, se están violando las normas más básicas del mercado que es la simetría de información: ¿Cómo puede decidir alguien qué consumir si no tiene idea de lo que está comiendo?. La lógica de la industria es hacer un etiquetado que nadie entienda porque con un etiquetado incomprensible pueden seguir vendiendo basura y la gente va a comer sus productos como si fueran saludables.
En el caso de Chile, para asegurar la comprensión del etiquetado se hicieron focus groups con la sociedad civil en donde se determinó el sello de advertencia frontal (sello octagonal negro), producto de una evaluación cualitativa que se hizo a lo largo de todo Chile, incluyendo niños.
De acuerdo con los expertos, el etiquetado de advertencia es una tendencia en la región de las Américas, se ha implementado en Perú y próximamente en Uruguay; ante un problema global como la obesidad es necesario que los países actúen en el mismo sentido; por lo anterior se puede decir que Latinoamérica se está convirtiendo en la región con el mayor compromiso en materia de salud.
El etiquetado frontal de advertencia en Chile forma parte de una política integral, es decir, los productos que tienen sellos no tienen publicidad en la televisión y no se pueden vender en las escuelas, esto permite cortar con la cadena aspiracional de los productos. Esto ha permitido que la industria de alimentos y bebidas reformule sus productos. Es importante recordar que el problema de obesidad, es una cuestión de equidad social. La gente con menos recursos, tienen una mayor exposición a la comida chatarra.
Por lo anterior, es inaceptable que sean los alimentos industrializados (predominantes en nuestra sociedad), los que destruyen la vida de los seres humanos, siendo los principales causantes de enfermedades.
Estamos consumiendo “marcas” a través de los alimentos, ya que estos se han incorporado a un modelo de consumo global. Así como se eligen marcas, la comida se ha vuelto una experiencia, no sólo se comen alimentos, sino que se responde a referencia de estatus, emoción aspiracional, de sentido de vida; y son en gran parte los causantes, también, del calentamiento global: un sistema alimentario no sustentable.
En ese sentido es importante que el Estado tome su papel como agente regulador de la industria y no sea ella quien se auto-regule, ya que siempre defenderán su interés económico por encima de la salud de la población.