El presidente de Grupo Bursamétrica, Ernesto O’Farril Santoscoy, consideró que este año será de estancamiento para la economía mexicana, pues se prevé en la primera parte registre un comportamiento negativo.
En entrevista, estimó que en el periodo abril-junio de este año, la economía mexicana se contraerá 0.3 por ciento, que junto con el retroceso de 0.2 por ciento entre enero y marzo, ligaría dos trimestres consecutivos de caídas, lo que significaría que se está dando una “recesión técnica”.
Precisó que un concepto más amplio de lo que es una recesión, implicaría que muchas variables estén ya en contracción pero “eso todavía no se ve”, aunque en algunos sectores como el industrial si se puede afirmar que hay una recesión ya que lleva ocho meses con caídas importantes.
Recordó que la última vez que la economía mexicana cayó en una recesión fue tras la crisis económico-financiera internacional de finales de 2008, la cual fue “corta pero profunda” e inducida por un choque externo.
La desaceleración que enfrenta actualmente la economía de México es inducida principalmente por factores internos, aunque también hay elementos externos, puntualizó.
“Las acciones erráticas del gobierno han tirado la confianza de los inversionistas, y al caerse la confianza, se te contrae la inversión, y si contrae la inversión, a fuerza te vas a recesión, más tarde que temprano”.
Pese a las decisiones que ha tomado el nuevo gobierno, resaltó, el desempeño de la economía no ha sido lo malo que se esperaría, como se refleja en la ligera depreciación de la moneda mexicana o la marginal caída de la bolsa de valores, tras el anuncio del plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Consideró que en las decisiones y respuestas en materia económica por parte de las autoridades mexicanas “hay fundamentalismo ideológico absurdo y división”, ya que una parte del gabinete piensa distinto, como lo evidenció la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda.
Ante ello, el nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, tiene un gran reto por hacia adelante porque la economía mexicana se está desacelerando y se corre el riesgo de irse a una recesión, y con la imposibilidad de impulsar una reforma fiscal hasta el segunda mitad del sexenio, como lo prometió el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.
A decir de O’Farril Santoscoy, si la economía mexicana entra en recesión y esta se profundiza, se corre el riesgo de que el país pierda el grado de inversión en la calificación soberana; subiría el costo del dinero, aumentaría el desempleo y repuntaría la inflación.
“Sería una crisis o una recesión de naturaleza distinta a las que ya hemos vivido, no tan grave”, acotó el presidente de Grupo Bursamétrica