Enfrenta obstáculos que afectan diariamente a los usuarios
La Ciudad de México enfrenta en 2025 un punto de inflexión en materia de movilidad. Mientras se consolidan proyectos de modernización y electromovilidad, persisten desafíos que limitan la eficiencia y calidad del transporte público, utilizado a diario por millones de personas.
Tan solo el Metro transportó 1,171 millones 859 mil 113 usuarios en 2024, según cifras oficiales del Sistema de Transporte Colectivo (STC). La red cuenta con 216.85 kilómetros operativos y un parque vehicular de 394 trenes, aunque solo alrededor de 256 se encuentran en servicio diario, lo que reduce la capacidad y eleva los tiempos de espera. En agosto de 2025, la dirección del Metro y el sindicato asumieron 10 compromisos para el periodo 2025-2029, centrados en mantenimiento y seguridad de la red, tras años de desgaste y fallas acumuladas.
La estación con mayor afluencia es Cuatro Caminos, de la línea 2, con 106,134, en un día laborarable entre enero y marzo de 2005
Avances recientes
Durante 2025 se han concretado proyectos que buscan modernizar el transporte público y hacerlo más accesible.
Entre los logros más visibles está la consolidación de la Red de Movilidad Integrada, que unifica Metro, Metrobús, Cablebús, Trolebús, RTP y Tren Ligero bajo una sola tarjeta de pago.
La capital también apuesta por la electromovilidad
El Metrobús avanza con la Línea 0, que recorrerá el Circuito Interior con una flota eléctrica de 196 autobuses y 76 estaciones para conectar 10 alcaldías. El Trolebús amplió su red con la Línea 12 en avenida Aztecas, y se construye la Línea 6 del Cablebús entre Tláhuac y Milpa Alta. Asimismo, se proyecta un nuevo Cablebús que unirá Magdalena Contreras y Álvaro Obregón con el Metro Mixcoac en 2027.
El Tren Ligero ya opera con convoyes eléctricos modelo TE-23, y la digitalización del transporte incorpora sistemas de monitoreo en tiempo real para ajustar frecuencias y rutas.
Otro punto clave es la micromovilidad.
El sistema de bicicletas públicas Ecobici cerró 2024 con más de 22 millones de viajes y alrededor de 180 mil usuarios activos con membresía anual. Actualmente opera con 9,300 bicicletas y 689 cicloestaciones distribuidas en seis alcaldías. Su modernización contempla una inversión de más de 544 millones de pesos hasta 2027, con planes de expansión hacia el sur, oriente y norte de la ciudad. Además, Ecobici refuerza la intermodalidad al conectar con estaciones de Metro y Metrobús, resolviendo el llamado “último kilómetro” de los trayectos.
Obstáculos persistentes
}Pese a estos avances, la movilidad capitalina enfrenta obstáculos diarios:
• Traslados excesivos: los viajes superan en promedio las dos horas y media, con consecuencias en productividad y bienestar.
• Saturación en horas pico: el Metro y el Metrobús operan por encima de su capacidad; en el caso del Metro, la falta de trenes disponibles y los cierres por mantenimiento incrementan la presión.
• Desigualdad territorial: alcaldías periféricas como Milpa Alta, Tláhuac o Xochimilco siguen careciendo de transporte público suficiente y accesible.
• Cobertura limitada de Ecobici: aunque en expansión, el sistema aún concentra sus servicios en zonas centrales, mientras que la periferia carece de infraestructura ciclista adecuada.
• Riesgos de seguridad en Ecobici: el propio sistema contempla protocolos de reporte por robo o pérdida de bicicletas y tarjetas, lo que revela la vulnerabilidad de su operación. El reto es garantizar disponibilidad y seguridad de unidades, dado que el contrato vigente exige tener al menos el 95 % de bicicletas en condiciones óptimas.
• Financiamiento limitado: la modernización exige inversiones constantes en trenes, flotas eléctricas, ciclovías y mantenimiento de infraestructura.
• Gobernanza compleja: la coordinación entre autoridades locales, estatales y federales continúa siendo un reto para ejecutar proyectos de largo plazo.
Es decir, la movilidad en la Ciudad de México se encuentra en una etapa de transición. Los proyectos de electromovilidad, digitalización y micromovilidad marcan un cambio de rumbo hacia un sistema más limpio e integrado, pero la saturación, la desigualdad territorial y la necesidad de inversión sostenida son recordatorios de que aún queda mucho por hacer.
Para especialistas, el futuro del transporte capitalino dependerá de mantener una visión metropolitana y de largo plazo, donde la ciudadanía tenga voz y la movilidad se entienda no solo como infraestructura, sino como un derecho que impacta directamente en la calidad de vida.