Tremendo sainete se armó en el pleno de la Cámara de Diputados luego de que no les alcanzaron los votos a la bancada de Morena y aliados para dar más dientes a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, para que, sin previa garantía de audiencia, se congelen las cuentas bancarias a personas física o morales cuando haya indicios de transferencias sospechosas de lavado de dinero o financiamiento al terrorismo.
El encontronazo se debió a que la diputada de Morena, Lidia García Anaya, presentó una reserva para que la Unidad de Inteligencia Financiera notificara por escrito a las personas que hayan sido incluidas en la lista de cuentas bloqueadas.
La reserva que ganó, no contaba con el aval de su bancada y a la hora de la votación, el resultado fue de 225 votos a favor, 222 en contra y dos abstenciones en el momento en que concluyó el plazo en que estaba abierto el sistema de votación.
Ésta situación ocasionó el enojo del coordinador morenista, Mario Delgado, quién al ver que había perdido la votación, reclamó en forma airada a a la presidenta de la Mesa Directiva, Laura Rojas por no haberles dado más tiempo a la votación.
Sin inmutarse y en apego al reglamento, la diputada Laura Rojas se negó y dio por cerrada la votación e hizo la declaratoria pública de la aceptación de la reserva.
Las burlas, los gritos y reclamaciones de panistas y morenistas fueron subiendo de tono. Los ánimos se exaltaron de ambos grupos parlamentarios al momento que diputados de Morena intentaron tomar la Tribuna para reclamar a la Diputada Presidenta.
De inmediato, los panistas subieron a defender el resultado en medio de empujones y manoteos de ambos bandos lo que originó que se decretara un receso de cinco minutos, argumentando que no había condiciones para continuar con el desarrollo de la sesión.
En ese momento comenzaron a enfriarse los ánimos, se despejó la tribuna e iniciaron negociaciones los grupos encontrados, quienes casi una hora después no habían logrado el acuerdo y la sesión permanecía en receso, se regresó, pero de nueva cuenta no lograron llegar a un acuerdo.